El alquiler de la vivienda para periodos cortos o, como se ha dado en llamar, el alquiler vacacional se está convirtiendo en un recurso para propietarios y en un quebradero de cabeza para ayuntamientos y comunidades de propietarios. La regulación de este tipo de alquileres está transferida a las comunidades autónomas, así que nos encontramos 17 soluciones diferentes al problema. Además, a nivel local, los ayuntamientos también tienen poder regulatorio, ya que gestionan las licencias de alquiler turístico.
En las ciudades más solicitadas por el público internacional, como es el caso de Barcelona, este asunto, el alojamiento de corta duración, está provocando problemas de convivencia y un encarecimiento de precios que está obligando a algunos residentes tradicionales a buscarse la residencia fuera de la ciudad.
No es este un asunto menor. Grandes grupos inversores están posicionándose y andan a la caza de bloques enteros de viviendas, sobre todo las de propiedad vertical, con el fin de aprovechar el estado de shock en el que parecen inmersas los equipos de gobierno de algunos municipios.
En el caso de la ciudad de Barcelona, su consistorio ha puesto en marcha varias iniciativas para intentar poner freno a este fenómeno. El consistorio ha tomado medidas para limitar el número de licencias a pisos turísticos. Primero estableció una moratoria, y ahora, hay zonas como el Casco Antiguo que para conseguir licencia turística, se debe dar de baja algún inmueble que la tuviera.
Además, el Ayuntamiento cuenta con un equipo que controla los inmuebles turísticos y realiza inspecciones en los mismos para verificar si realmente se están utilizando como pisos turísticos sin licencia. Durante el último año el equipo municipal a abierto más de 6.000 expedientes contra propietarios que alquilaban sus viviendas de forma fraudulenta. Con esta medida se han conseguido cerrar más de 2.300.Las sanciones tienen importes disuasorios, así que mejor no correr riesgo.
A raíz del intento de controlar el fenómeno del alquiler sin licencia, el Ayuntamiento se reunió con diversos portales de alquiler vacacional, para la rápida eliminación de anuncios sin licencia. El año pasado, la plataforma AirBNB a la retirada rápida de más de 1.000 ofertas que carecían de licencia.
Si es propietario de un inmueble de este tipo, deberá asegurarse de anunciar el inmueble indicando claramente el número de licencia del mismo. Desde enero de este año, es obligatorio.
Por otro lado, si lo que quiere es alquilar un piso en Barcelona, o en su edificio hay un piso sospechoso de usarse como vacacional sin licencia, sepa que, el ayuntamiento de Barcelona pone a disposición del público un directorio de las viviendas que se encuentran registradas y tienen autorización como «turísticas». Puede consultar este directorio antes de reservar en la web del Ayuntamiento de Barcelona barcelona.cat/habitatgesturistics
Se trata de un intento de alcanzar la conciliación entre usuarios y vecinos, ya que las prácticas fraudulentas suelen acarrear problemas de convivencia debido a la falta de idoneidad de las viviendas ofertadas o por el nulo control que estos ofertantes realizan sobre las personas a las que facilitan la estancia.
El funcionamiento es sencillo. Quien quiera consultar una vivienda solo ha de introducir los datos en el buscador para saber si la dirección introducida dispone de licencia.
En el blog del ayuntamiento de Barcelona ofrecen directrices en el caso de alquilar una vivienda ilegal. Transcribimos la información:
La ciudad de Barcelona ofrece un amplio abanico de alojamientos turísticos para que todo el que la visite disfrute de unas vacaciones como si fuera un barcelonés más, integrado en el día a día de la dinámica de la ciudad y de las comunidades de vecinos, con quienes comparte un espacio vital de convivencia. Vivir y convivir en una vivienda de estas características genera toda una serie de derechos y deberes que hay que saber identificar a la hora de contratarla. Disfrutar de una experiencia de viaje provechosa personalmente y respetuosa hacia los vecinos de la ciudad también depende de los propios visitantes.
Barcelona, a pesar de contar con un parque de alojamientos turísticos extenso y legal, desgraciadamente también dispone de una oferta ilegal de este servicio, que perjudica tanto a quienes los alquilan, porque hace perder todos los derechos de reclamación respecto a cualquier incidente y priva de servicios de cumplimiento obligado, como a la ciudad, porque generan especulación, economía sumergida y su actividad no revierte en positivo en el marco de las comunidades de vecinos que los acogen, y provocan malestar y quejas.
Si visitas nuestra ciudad, necesitamos tu compromiso y colaboración para que esta oferta sumergida y que fomenta un tipo de turismo poco responsable, económicamente insostenible e irrespetuoso con el entorno, no se imponga y arraigue en Barcelona.
Comprueba antes de alquilar un piso turístico si es legal o no, y rechaza la contratación para luchar contra el fraude.
Si eres vecino o vecina y experimentas molestias por la actividad de estos alojamientos y quieres contribuir a luchar contra este fenómeno, ahora puedes hacer llegar una queja más fácilmente.